Inició un proceso transformador.
Columna en la revista Noticias:
Estuve en contacto con Jorge Bergoglio en relación con los coloquios “Desafío Empresario”, que hice, como periodista independiente, en la década del ‘90 en la Casa de Encuentros del Obispado de San Isidro (Argentina) y en la Universidad de la Sorbona (Francia), entre otras sedes, en los que reuní a economistas, especialmente de FIEL (Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas), poderosos empresarios, prominentes políticos y religiosos, entre ellos el jesuita pensador francés Jean-Yves Calvez.
Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, un día por teléfono me dijo: “Mire...a mi no me gusta dar conferencias”. Entonces le contesté: “No se preocupe. Lo vamos a invitar a su obispo auxiliar, Mons. Oscar Ojea”. Y así fue. Por otro lado, todos los años lo traía desde el Vaticano al Cardenal argentino Jorge Mejía, para que hable en esos cónclaves, junto con personalidades del mundo como Patricio Aylwin, Ricardo Lagos y Laurent Fabius.
Lo traía también a Calvez, quien visitaba a su compañero, también jesuita, Bergoglio, y le informaba sobre lo que hacíamos. Yo tenía temor que Bergoglio fuera demasiado conservador. Pero Calvez (autor de un best seller sobre el marxismo) me tranquilizó: “No va a hacer nada que no te guste”. Y así fue, sobre todo en su Papado, que fue transformador. El, como buen conservador, siguió adelante con lo que su predecesor, Benedicto 16 (calificado como conservador ), había propuesto como “economía del bien común” en la encíclica “Caritas in veritate”. O sea, que la economía debe servir a la persona humana y no al revés, promoviendo el desarrollo integral de cada individuo y de la comunidad, y buscando la justicia social y la solidaridad.
Francisco apeló a la teología genial de Ratzinger para promover que la pongan en práctica los gobiernos, empresarios y políticos, hasta el fin de sus días.
Esa encíclica de Benedicto XVI fue escrita en gran parte por el economista Stefano Zamagni. A él lo conocí gracias a una líder espiritual, Chiara Lubich (focolarina), que hablaba de “economía de comunión”, pero los economistas (salvo Zamagni y alguna otra excepción) la consideraban una idea utópica, impracticable.
En 2001 iniciamos el Foro Ecuménico Social, con economistas, dirigentes de empresas y ONG, y religiosos de distintas confesiones. Designamos a Calvez como presidente, quien era nuestro nexo con el arzobispo Bergoglio; eran buenos amigos. Así fue durante una década, hasta que murió y el nuevo presidente fue otro amigo personal de Bergoglio, el cura focolarino Francesco Ballarini.
En 2013, cuando comenzó el nuevo Pontíficado, varios directivos de grandes empresas me pidieron ver al flamante Papa, y que organice algo. Zamagni nos sugirió que hagamos un seminario sobre “Economía del bien común” en la Universidad de Bolonia (Italia) con él, y que después vayamos al Vaticano. El fue asesor de Juan Pablo II, Bendicto XVI y de Francisco, y luego -hasta hoy- presidente de la Academia de Ciencias Sociales del Vaticano.
En ese cónclave debatieron profesores, directivos de empresas y personalidades de la cultura, entre ellas María Kodama, de la Argentina y España.
De allí los que participamos fuimos al Vaticano, dos meses después que que eligieron al Papa. Ahí Kodama le entregó a Francisco 1° en mano las Obras Completas del autor de “El aleph”, sabiendo que era un gran admirador del escritor. Nos acompañó la Hna Theresa Varela, entonces vicepresidenta del Foro Ecuménico Social.
Nos recibió el Cardenal Gianfranco Ravasi, Prefecto del Consejo Pontificio de la Cultura, quien nos saludó recitando poemas de Borges, y propuso que la Fundación Borges y el Foro Ecuménico Social organizaran un espacio de diálogo ideado por el anterior Papa, Benedicto 16, y continuado por Francisco 1°, denominado “Atrio de los Gentiles”, en referencia al antiguo Templo de Jerusalén, que tenía un espacio en el que podían entrar los que no eran judíos.
A pedido de Francisco 1° y Ravasi concretamos esa iniciativa vaticana, y los temas centrales fueron “Borges, misticismo y agnosticismo” y “Economía del bien común”. Formaron parte del Consejo Asesor rectores de universidades, profesores, empresarios, economistas, periodistas, y personalidades de la cultura.
Para debatir sobre esa economía, una asignatura pendiente, el Foro desarrolló las actividades del “Atrio de los Gentiles” entre 2014 y 2017 en las universidades de Buenos Aires (UBA), Rey Juan Carlos y Pontificia Comillas de Madrid, Pontificia de Salamanca, Católica Argentina, Católica de Córdoba, Nacional de Córdoba, en la Cancillería Argentina, Fundación Borges, y Centro Cultural Borges.
Como parte de esa iniciativa, hicimos muchos encuentros, conferencias y seminarios en Argentina, en España y en Italia. En uno de ellos nos acompañó el entonces embajador de la Argentina en la Santa Sede, Rogelio Pfirter (h); él había sido alumno de Bergoglio en la Santa Fe y había escrito un relato para el libro que hizo con Borges, y que formaba parte de la Biblioteca Personal del Papa; entonces le propuse reeditarlo y él me puso en contacto con quien había sido su compañero, Jorge Milia, quien dio los textos originales.
Con María Kodama queríamos publicar esos relatos de los alumnos del autor de “El aleph”, como parte de un proyecto que se concretó desde 2017, “Borges Seres Imaginarios”, en el marco de Mecenazgo de la Ciudad de Buenos Aires, para que las nuevas generaciones se acerquen a las creaciones de Borges desde un lado mucho más fácil y lúdico, que en la web están en www.seresfantasticos.com
El Foro Ecuménico Social surgió hace 24 años, con las crisis de 2001, inspirado en “Los conjurados”, de Borges, quien escribió sobre “hombres de diversas estirpes, que profesan diversas religiones y que hablan en diversos idiomas. Han tomado la extraña resolución de ser razonables. Han resuelto olvidar sus diferencias y acentuar sus afinidades”. Este es el legado que nos dejaron el escritor y el Pontífice. Parafraseando esa prosa poética, lo que proponemos “acaso no es verdadero, ojalá sea profético”.
Ahora, como tributo y agradecimiento al Papa Francisco, queremos difundir las actividades que realizamos gracias a él, que están en la web foroecumenico.com
Fernando Flores Maio
Sociólogo, periodista, escritor, director del Foro Ecuménico Social.